Y en alguna esquina, en algún rincón lejano de mi ser, esa parte de mi se confiesa y hoy hace que escriba:
Lo más duro de todo esto es saber que mi vida está pasando y no es frente a sus ojos, que cada día es uno más enterrando nuestra historia.
Esa, en la que deseamos presencia y hoy, no hay más que nostalgia...