Con este tiempo libre, acomodando mis cosas, teniendo tiempo completo para mi, me he puesto a ver buenas películas y he aquí una.
Hoy he recordado ésta película, Anónimo Veneciano. La vi por primera vez hace algunos años y hace poco volví a verla. Es curioso cómo nos cambia la visión sobre una película dependiendo de la edad, del tiempo transcurrido. La primera vez que la vi me pareció una preciosa historia de amor. Imagino que los escasos 20 y 21 años que tenía quiero recordar, no me permitiron ver más allá. Esta segunda vez la he visto como una preciosa historia de desamor.
Enrico y Valeria estuvieron casados, tuvieron un hijo y se separaron. Vivieron su amor en una Venecia luminosa, alegre muy distinta de esa otra Venecia por la que, pasados los años, pasean su amor decadente, gris, monotono. Un amor que se ha hundido poco a poco, como la propia ciudad.
Y..la música, una hermosa banda sonora que acompaña a los protagonistas durante toda la película.
Una vez leí que, a veces, las películas envejecen pero su música, NO, jamás.
Esta banda sonora siempre quedará grabada en mi memoria. Como la propia Venecia a todos a los que un día han soñado con ella. Como esta bonita historia de desamor.
Les recomiendo Alessandro Marcello: Adagio del concierto para oboe en Re menor.
